Sumideros: ¿qué es y para qué sirven?

Sumideros: la clave para evitar malos olores

Un eficiente sistema para evitar que el mal olor de las alcantarillas invada nuestros espacios

Casi toda el agua que sale de los caños y las duchas de nuestro hogar llega al desagüe a través de los sumideros, unas piezas de gasfitería que a simple vista parecen muy básicas, cuando en realidad cuentan con un eficiente sistema para evitar que el mal olor de las alcantarillas nos invada.

¿Qué es y para qué sirve el sumidero?

El sumidero es la rejilla que corona el desagüe por donde se evacúa el agua de la lluvia y las aguas residuales, evitando que restos de comida u otros objetos entren en el alcantarillado. Para facilitar el drenaje por gravedad, siempre se instala en la parte más baja de terrazas, patios y jardines, así como en el piso de las duchas u otros espacios donde sea común encontrar agua elevada. Sin embargo, esta rejilla viene siempre adherida a un sistema que sirve para impedir que los malos olores del desagüe asciendan a la superficie, acaso su uso más importante.

¿Cuántos tipos de sumideros hay?

Sumidero simple: se suele usar en áreas exteriores, donde los malos olores se disipan por sí mismos, o en áreas interiores que dispongan de un bote sifónico, un pequeño depósito que recoge todos los desagües de un ambiente y los conduce a la tubería general de la vivienda.

Sumidero sifónico: se suele usar en áreas interiores y se conecta a un sifón (tubo en forma de U).

En ambos casos, el mecanismo por el cual estos sistemas impiden que los gases y los malos olores del desagüe vuelvan a la superficie es la trampa de agua: un depósito permanente de agua que se forma al interior del sifón o del bote sifónico y que funciona como un sello hidráulico que impide el paso del aire.

Fallas en el sumidero

Este sistema para evitar malos olores no es invencible. Distintas circunstancias pueden mermar su efectividad. Por ejemplo, cuando pasamos una larga temporada fuera de casa, es muy frecuente que los desagües comiencen a oler mal debido a que el agua del sifón o del bote sifónico se ha evaporado. En este caso, la solución es muy simple: abrir todos los caños y duchas para que se vuelva a llenar.

Otro problema puede ser un atoro (bastante común en viviendas antiguas, donde los botes sifónicos están a menor profundidad). Para evitarlo, asegúrate de retirar los pelos, restos de jabón, deshechos de comida u otros objetos que queden atorados en la rejilla de los sumideros. Nunca los dejes entrar a la tubería. Tampoco viertas aceite o grasas, pues podrían adherirse al interior de la tubería y facilitar un atasco.

En el caso de sumideros instalados en áreas exteriores, la mejor forma de evitar atoros es mantener limpio el suelo donde se encuentre el sumidero y, en la medida de lo posible, no colocar jardineras o macetas, así como tampoco plantar árboles o arbustos cerca de su ubicación.

¿Qué hacer cuando hay un atoro en los sumideros?

Primera recomendación: vierte media taza de bicarbonato de sodio por el desagüe y luego agrega media taza de vinagre blanco. 10 minutos después, deja correr agua caliente por la tubería.

Segunda recomendación: utiliza un desatorador del mismo modo en que lo usarías sobre un inodoro.

Tercera recomendación: introduce un alambre flexible para despegar cualquier resto que se halle en las partes más profundas.

Cuarta recomendación: con ayuda de una manguera a presión, echa agua sobre el sumidero para limpiarlo completo.

Sumidero simple

En el caso de un sumidero simple, el atoro puede deberse a un objeto ubicado en el sifón. Para desbloquearlo, coloca un balde debajo de la tubería y desenrosca el sifón, dejando que el agua de la trampa de agua caiga en el balde. Con un limpiador de tuberías, raspa la sección anterior y posterior al sifón. Finalmente, vuelve a ensamblarlo y deja correr agua caliente para limpiar la suciedad restante.

Sumidero sifónico

En el caso de los sumideros sifónicos, una señal de que el bote sifónico está atorado (además de los malos olores) es cuando vemos que algún desagüe (como el de la ducha, por ejemplo) tarda más de lo normal en evacuar el agua. Para limpiar el bote sifónico, desatornilla la tapa metálica que lo cubre (ubicada en el piso), abre el bote, introduce un alambre con recubrimiento plástico (para no dañar las paredes del bote) y retira cualquier resto (comida, pelo, etc.) que pueda estar obstruyendo el paso del agua.

Como regla general, considera que debes limpiar el bote sifónico 2 veces al año.

¿Qué sumideros elegir?

En zonas de paso frecuente, te recomendamos instalar sumideros de aluminio o hierro fundido (más resistentes a los golpes y pisadas); mientras que, en una ducha, es mejor un sumidero de acero inoxidable (que retrasa la aparición del óxido). Dicho esto, considera que los sumideros de PVC son los más comunes hoy en día debido a su buena resistencia y precio económico.

En cuanto a tamaños, suficiente con elegir un sumidero de 40 milímetros para duchas y uno de 50 milímetros para patios, terrazas y áreas exteriores.

Recuerda
Los sumideros cumplen más de una función en nuestro hogar. Son el paso de la mayoría de aguas residuales al desagüe y también los encargados de evitar que sus malos olores. Procura darles un mantenimiento continuo y atender cualquier atoro a tiempo.

Si crees que la situación escapa de tus manos, contrata a un profesional que ponga punto final al problema. No dejes que esos gases desagradables y nocivos invadan tu casa.

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